Descripción
<<-Oye tú: para de bailar, siempre hay que tener una lanza. ¿Por qué has venido entonces aquí, sin tu lanza? Por lo que el cóndor, molestándose, reclamo: -¡Bah, y yo como voy a venir con una lanza si no sabía! Como el zorro impertinente persistiera, el irritado cóndor se lo comió.>>
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