Descripción
Mangrufo despertó sin ánimos de salir de su cueva. Un poco como Leuklaya, que no tuvo ganas ni de jugar con sus muñecas. El día anterior habían ocurrido cosas horribles y ambos se sentían avergonzados. ¿Cómo podrán componer esa aflicción? Hermoso libro álbum que nos muestra cómo, a pesar de las peleas, no hay mejor complicidad que la de los hermanos.
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